Cuarta
Sección
6-
Fútbol e identidad nacional: El caso de la Copa de 1938
Plínio
José Labriola de C. Negreiros (Brasil)
Resumen
Este texto pretende presentar algunas ideas sobre la relación entre
el fútbol y la construcción de la identidad nacional en Brasil,
específicamente a partir de los años 30. Analizando un evento
en especial dentro de la historia del fútbol en Brasil -la participación
de los brasileños en la Copa del Mundo de 1938- mostramos como el fútbol
se fue articulando con la sociedad brasileña, a tal punto de hacer
de aquella competición deportiva un momento de fortalecimiento en la
construcción de la identidad nacional.
Vale remarcar que esa construcción fue parte de proyectos más
populares. Simbólicamente, se reforzó la idea de que aquéllo
no era una mera disputa deportiva y, sí, mucho más un comprobación
de la fuerza de Brasil, de su pueblo, a partir del fútbol. De todas
maneras, con un fuerte apoyo de la prensa deportiva, cada brasileño
se sintió responsable por el desempeño de los deportistas brasileños.
En definitiva, el destino del país se encontraba a los pies de un equipo
de fútbol, como en las manos de cada brasileño. Por lo tanto,
el fútbol consolidó las ideas que mostraban la necesidad de
la construcción nacional.
Brasil, fin de los años
'20 e inicio de los años '30: nacionalismo y autoritarismo, se constituían
en los ejes fundamentales tanto de la práctica política como
de la obra de varios intelectuales brasileños. Para éstos, la
República hasta entonces no había sido capaz de forjar una verdadera
nación, ya que, entre otros motivos, los regionalismos eran todavía
predominantes. De esta manera, para los sectores que ejercían el poder
político en el país, se imponía una tarea urgente: construir
la nación brasileña. Al mismo tiempo, el fútbol ya era
el deporte que más apasionaba a los brasileños, capaz de reunir
grandes multitudes. Así, este texto pretende presentar algunas ideas
acerca de la relación entre el fútbol y la construcción
de la identidad nacional en Brasil, específicamente a partir de los
años 30. Esto será realizado con nuestra mirada dirigida en
torno a un evento especial dentro de la historia del fútbol en Brasil,
la participación de los brasileños en la Copa del Mundo de 1938.
Mostraremos como el fútbol se fue articulando con la sociedad brasileña,
a punto tal de hacer de aquella competencia deportiva un momento de fortalecimiento
de la identidad nacional.
Y a pesar de no ser posible detectar un proyecto claro desde distintas esferas
del poder público en el sentido de utilizar al fútbol como un
legitimador del regimen político vigente, se vuelve evidente como la
ausencia de ese proyecto formal no impidió que todos los fenómenos
que rodeaban al fútbol en esa época, prestasen una sólida
colaboración en el sentido de reforzar la idea de la construcción
de una identidad nacional.
Desde mediados de la década del '10 hasta los finales de los años
'20, hubo muchos cambios en el fútbol. Este se volvió un deporte
mucho más popular, llegando a casi todo el país, a pesar del
dominio de los paulistas y cariocas. Y el aumento de la popularidad del fútbol
se fue produciendo debido a muchos factores, entre ellos: el proceso de metropolización
de algunas ciudades, que hicieron del fútbol un deporte especial, pues
cumplía el papel de adaptar a la población urbana al ritmo industrial
que se imponía; la aparición y la expansión de la radiodifusión,
que permitió al fútbol llegar a más personas y a lugares
distantes; además de la transformación de la prensa escrita
deportiva, que acercó todavía más simpatizantes al fútbol,
y más que todo eso: la prensa deportiva supo promover al fútbol.
Mário Filho en Río y la Gazeta en Sao Paulo son buenos ejemplos.
Es a partir de los años '20 que las multitudes se hicieron todavía
más evidentes en los estadios. También aprarecieron las manifestaciones
populares en razón de victorias importantes, como era el caso de competencias
interestatales; una victoria carioca en Sao Paulo daba como resultado, por
ejemplo, una enorme recepción preparada por los hinchas de Río,
que se iniciaba en la estación del tren. Vale reafirmar que la prensa
tenía un papel muy importante en la motivación de los simpatizantes.
En este sentido, la prensa tuvo destacada actuación en los momentos
previos a la Copa de 1938. Surgió un sistemático desarrollo
en los periódicos, dando a conocer a los simpatizantes las cuestiones
organizativas del fútbol. En Sao Paulo, esa tarea fue realizada con
mucha naturalidad por la Gazeta, que publicaba un suplemento deportivo semanal,
A Gazeta Esportiva. De esta manera, a principios de abril de 1938, cuando
la selección brasileña ya se preparaba para disputar la Copa
del Mundo en Francia, la Confederación Brasileña de Deportes
(CBD), lanzó una campaña, que inmediatamente fue apoyada por
la Gazeta. De esta manera, Thomaz Mazzoni, el principal cronista deportivo
de este periódico1 , presentaba la campaña.
"La 'Campaña del Sello Postal', una muy buena iniciativa,
tuvo un singular éxito, al iniciarse hace unos días, en Río,
está casi agotada la emisión de 100 mil sellos postales. Con
esta campaña los aficionados pueden interesarse directamente por el
viaje de nuestra selección, porque adquiriendo un sello, el 'hincha'
hace su apuesta para ir también a la 'Copa del Mundo'. (...)
(...) Los que adquirieron el 'sello cebedense" (de CBD) no sólo
colaboraron patrióticamente con la participación de Brasil en
la III 'Copa del Mundo', sino que se volvieron, a la vez, candidatos a un
lugar en la delegación por... 500 reales. Así, en tanto los
'fans' gastaron una cantidad muy modesta, la C.B.D., para cada emisión,
recaudará 50 millones de reales, una cifra que contribuirá en
mucho para que nuestra selección pueda viajar con mayor comodidad,
para hospedarse mejor en Francia, etc. Y todo eso influye en una mejor disposición
de nuestros 'ases' para luchar en aquel importante torneo dentro de sus reales
posibilidades. Siendo así, mayor será nuestra 'chance' de victoria.
Cuanto mayor comodidad tenga el '11' brasileño, tanto mejor será
el margen que tendremos para imponer nuestra capacidad.
Entonces, adquirir el 'sello' no es solamente la esperanza personal de irse
a Europa y asistir al Campeonato Munidal, sino también un acto patriótico
para servir mejor a nuestro ideal común de ver como Brasil consigue
la posición suprema en el fútbol internacional que sería
la conquista de la 'Copa del Mundo'!" 2
Este artículo es muy significativo, con dos ideas recurrentes: la selección
necesitaba de los simpatizantes para vencer en Francia y, que algunos simpatizantes,
gracias a su patriotismo, serían felizmente sorteados. Al mismo tiempo,
surge otra cuestión: recaudar fondos para financiar el bienestar de
los jugadores brasileños, tendría una finalidad patriótica,
porque debería lleva al equipo brasileño a la tan soñada
victoria. Y lo más importante: la responsabilidad del éxito,
o no, de la selección brasileña, pasaba, en parte, por las manos
de los simpatizantes. Ser patriota era adquirir el sello. En el fondo, Thomaz
Mazzoni entendía la participación brasileña en Francia
como un evento que debería, o a la vez podría, llevar el nombre
de Brasil al exterior, principalmente a la "civilizada" Europa.
Así, ayudar a CBD a proporcionar bienestar a los jugadores brasileños,
significaba, en última instancia, un acto patriótico, ya que
Brasil sería reconocido en el Viejo Mundo como victorioso. El fútbol,
al mostrar su organizacón, el talento y la disciplina de los jugadores,
se estaría dando a conocer al pueblo brasileño. En definitiva,
era el fútbol en cuanto vidriera de Brasil.
Pero no alcanzaba con que los simpatizantes ayuden en la participación
del seleccionado nacional en la Copa de Francia. La comisión directiva
de la CBD entendía que el apoyo del poder público, así
como del empresariado, era fundamental y justo, ya que no se trataba de una
disputa deportiva cualquiera. De esa manera, podemos encontrar en las páginas
de los periódicos las justificaciones para que el apoyo material a
la delegación deportiva fuese lo más amplia posible:
"La presencia de Brasil en el certamen del Mundo es lo más
destacable en este momento en el deporte brasileño. Se espera, de hecho,
que esta vez nuestro país actúe en la 'Copa del Mundo' con todas
sus mejores posibilidades. No estamos ahorrando ningún esfuerzo. Se
espera dar a nuestra delegación el mayor apoyo moral y material posible,
para que no sólo sea digna de nuestra capacidad futbolística
en los campos de Francia, sino también, para llevar a cabo en Europa,
una importante y eficiente propaganda del Brasil (...)" 3
Si para la CBD los beneficios de la concurrencia del fútbol brasileño
sería del país como un todo, la contribución debería
ser generalizada. Así tambien, según el periódico la
Gazeta:
"(...) Dada la gran cantidad de gastos previstos para que nuestra
selección representativa tenga todo el bienestar indispensable, la
CBD tuvo a bien solicitar entre los interventores federales de los Estados,
en el comercio especial, los de productos de primera necesidad y, también,
ya se dirigió por carta a los interventores en los siguientes Estados:
Amazonas, Pará, Maranhao (...) a los directores de la Compañía
Light, Instituto del Azúcar y del Alcohol, Banco de Brasil (...)
Concurrieron también
al alto comercio y a las industrias de Sao Paulo (...)"4
La idea que tenían los dirigentes de la CBD, una entidad de carácter
privado, era que el fútbol ya había traspasado los límites
del deporte, habiendo adquirido un significado que obligaba a todos los sectores
de la sociedad brasilera a contribuir económicamente para una actuación
digna del fútbol brasileño en Europa. En la práctica,
la CBD comprometía a todos los brasileños, sea del sector público
o privado, ya que los beneficios, supuestamente, serían para todos,
con la publicidad que se llevaría a cabo en tierras europeas. De esta
manera, este campeonato de fútbol ponía en juego los propios
destinos de la nación, al menos podrían tener contacto con el
actual estado de desarrollo del país, o, como se decía en aquella
época, podrían conocer los niveles de progreso conseguidos por
el país. Por otro lado, estaría en juego la capacidad de organización
y de desarrollo de la población brasileña dentro de ese proceso.
Al contrario de otras competencias deportivas, no alcanzaba simplemente con
alentar, el simpatizante tendría nuevas tareas, como la de financiar
al equipo nacional.
Por otro lado, el inicio de la participación brasileña en la
Copa de Francia no estuvo marcada solamente por momentos de euforia u optimismo.
Surgieron algunos problemas, haciendo que emergiesen contradicciones en torno
al modelo ideal que se había creado, que apuntaba a la formación
de una delegación fuerte y disciplinada, con la misión de mostrar
al Brasil y a su pueblo para el resto del mundo.
Con la selección ya convocada, se inició la preparación
del equipo, concentrado en Caxambu, en el estado de Minas Gerais. Después
de muchos días de convivencia, y con la proximidad de la partida para
Francia, surgió una grave crisis entre los jugadores y la dirección
de la CBD. Esa crisis se ahondó aún más cuando los jugadores
realizaron una serie de reivindicaciones a la entidad máxima del fútbol
brasileño. Veamos el documento que materializó esas reivindicaciones:
"Sr. Presidente de la Federación Brasileña de Fútbol:
Sean nuestras primeras palabras de sincero agradecimiento por la honrosa visita
que se dignó en hacernos, en la concentración de Caxambu, brindando
el apoyo moral tan necesario para la ardua misión que nos ha confiado,
cual es de incitar con la honrosa tarea de elevar bien alto, en el mayor certame
de fútbol del mundo, el "association" brasileño. Tan
trascendental misión, por lo tanto, para ser realizada sin deshonra,
por todos los jugadores, exige que podamos cumplir con dignidad y excelencia.
Por eso, solicitamos a v. Exa., sin que este gesto signifique de nuestra parte
cualquier exigencia, exponer y pedir lo siguiente:
a. La mayoría de los jugadores convocados es sostén de familia
y como tal, partiendo para Francia, no quedará exenta la obligación
de mantener a los suyos aquí;
b. La vida, en cualquier parte
de Europa, es muy costosa, considerando la desvalorización de nuestra
moneda, lo que volverá difícil una representación digna
de cada unos de los firmantes en los lugares por donde transitaren, si no
fueren atendidos en su pedido que ahora os hacen, y que se concretiza en lo
siguiente:
1. Diaria de 25$ desde el día del embarque hasta el de regreso;
2. Ayuda para gastos de 1.500$;
3. Salario mensual de 1.500$;
4. Premio de 500$ por partido ganado y de 250$ por partido empatado;
5. Abolir la cláusula 'F' del reglamento interno.
Aguardamos desde esta concentración
la respuesta de v. Exa., seguros de que seremos atendidos.
Atentamente, etc."5
Dentro de la práctica del fútbol profesional, nada era más
lógico que esas demandas de los jugadores del seleccionado brasileño.
Sin embargo, esa cuestión no era tan sencilla como se podría
suponer. A pesar de eran oficialmente profesionales desde 1933, los jugadores
que reclamaban por salarios, premios o por transferencias ventajosas, eran
muy mal vistos. Parte de la prensa deportiva los llamaba mercenarios, sin
ninguna relación sentimental con el club o la hinchada, a los jugadores
que reclamaban y exigían mejores contratos. Y el momento no era el
más propicio para las reivindicaciones.
Se trataba de un momento especial, a tal punto que el presidente de la Federación
Brasileña de Fútbol, el Sr. Castello Branco, afirmaba que había
hecho "(...) una invitación a la señorita Alzira Vargas,
que servirá de madrina del 'scratch' y pude comprobar que aceptó
complacida."6 Y el mismo dirigente se va a manifestar sobre el problema
que se creó en torno al documento reivindicatorio de los jugadores
de la selección:
"(..) Fue esa la única nota desagradable de la concentración.
No tomé conocimiento oficial del asunto, pues solamente el sr. Luiz
Aranha podía resolver un caso de esa naturaleza. Estoy en desacuerdo
en principio con esa pretensión de los jugadores, que tendrán
en Europa, los gastos diarios y todos los dispendios pagos (...)
(...) Considerando la actitud del Botafogo F. C., declaró el presidente
de la Federación Brasileña de Fútbol: 'Acabo de tomar
conocimiento de la actitud del sr. Decio Darcy, presidente de Botafogo, sobre
el caso del reclamo de los jugadores. Ese club determinó que todos
sus jugadores retiraran su firma del referido reclamo, bajo pena de multa
de un conto de reis. Se que el Sao Cristovao tomará la misma medida,
lo que constituye un encomiable modo de prestigiar a la CBD y mantener la
disciplina.' (...)"7
Un importante dirigente del fútbol de Brasil se mostraba contrariado
por los exigencias hechas por los jugadores. Le correspondía a la CBD,
según las palabras del Sr. Castello Branco, mantener la disciplina,
que en ese momento era interpretada en forma muy simple: los dirigentes mandaban
y los jugadores obedecían. No había espacio para actitudes atrevidas.
O sea, cómo hablar de beneficios materiales, frente a una batalla inminente?.
Por otro lado, se anunciaban las transmisiones radiotelefónicas de
la Copa, que representaban un impulso más en toda la euforia que significaba
la vinculación de los torcedores brasileños con la disputa de
un campeonato tan importante; se trataba de una gran novedad: por primera
vez los brasileños escucharían la transmisión de los
partidos de fútbol directamente desde Europa. Es posible imaginar los
esfuerzos hechos por el Radio Club de Brasil para conseguir los derechos de
transmisión, ya que por cada salida al aire, que se utilizaría
de línea telefónica, costaría cada vez 100 contos8 ,
cantidad nada despreciable, aunque fuese repartida entre las radios transmisoras.
Y la nación entraría en escena de las más diversas maneras.
Luego de la partida del seleccionado brasileño en un largo viaje en
barco a Europa, llegaba diariamente un informativo especial, ya sea por parte
de los periodistas brasileños, como el caso del comentarista Thomaz
Mazzoni de la Gazeta, como a través de las agencias de noticias. En
uno de los primeros reportajes llegados desde Europa, aparecen más
afinidades de autoridades brasileñas con el seleccionado nacional.
Así se relató esa relación:
"Entre los mayores admiradores del equipo de fútbol brasileño
que va a debutar el próximo 5 de junio contra los polacos en el campeonato
del mundo, está s. excia. el sr. Souza Dantas, embajador brasileño
junto al Quai d'Orsay.
El sr. Souza Dantas, que se ha mostrado enormemente interesado en los progresos
del entrenamiento de sus compatriotas, ya se autoproclamó 'Hincha número
uno' de los futbolistas brasileños. (...)"9
Si la dirección de la CDB ya había escogido a la Sra. Alzira
Vargas, hija del presidente, como la madrina del seleccionado nacional, ahora
el embajador brasileño en tierras francesas, manifestaba todo su amor
por el fútbol nacional, a tal punto, de manera muy pretensiosa, se
autoproclamó como el hincha número uno de los brasileños.
Eran las autoridades brasileñas acercándose al seleccionado
de fútbol, mostrándose atentos, como si fuesen simpatizantes
tales como los que habían quedado en Brasil, acompañando las
noticias de los periódicos y esperando, cada vez más ansiosos,
las transmisiones de los partidos a través de la cadena nacional de
radio. El embajador Souza Dantas, con el peso de su cargo, representaba un
eslabón más de vinculación en la construcción
de una nación lista para hacer de Brasil un vencedor, aunque sea a
través del fútbol. Y como ya se examinó, el país
se encontraba frente a una mera disputa deportiva.
En fin, la proximidad de la apertura de la Copa del Mundo de 1938, hacía
que cada sector de la sociedad brasileña, articulado por la CBD y por
los medios de comunicación, se comprometía cada vez más
con el fútbol, pasando por el embajador brasileño en Francia,
por las autoridades públicas que donaron dinero para la delegación,
además de los empresarios, las actividades económicas privadas,
nacionales o extranjeras, llegando hasta los más humildes simpatizantes.
La nación, unida, se mostraba lista, atenta para combatir a los enemigos
que se le enfrentaran; la unidad nacional construida a partir del fútbol,
revelaba la fuerza de Brasil, que se manifestaba claramente en la total falta
de temor frente a enemigos tan poderosos. Y esa unidad nacional había
sido forjada de tal manera, que fue capaz de no dejar a ningún brasileño
afuera, incluso a aquellos que poseían poco o ningún interés
en el fútbol, deporte tan criticado por los sectores de la prensa y
por los teóricos de la Educación Física, que lo asociaban
a la deseducación popular, a la violencia y al desorden.
Los periódicos continuaban alimentando las expectativas de los lectores,
ensalzando la importancia del momento que rápidamente se aproximaba.
En la nota principal acerca de la Copa publicada en la víspera del
debut del equipo brasileño encontramos:
"Todo Brasil, deportivo o no, estará con su atención concentrada,
mañana, en el debut de los brasileños en la III 'Copa del Mundo'.
Nunca antes el alma del pueblo brasileño vibró tanto en torno
a la campaña de una representación nacional en una competencia
deportiva en el extranjero, y la ansiedad está totalmente justificada,
pues por primera vez nos comprometimos seriamente en dirigirnos al otro lado
del Atlántico perfectamente organizados y contando con el apoyo moral
y material de toda la nación (...)"10
El fútbol ya no era motivo de atención sólo para los
amantes del fútbol y de otros deportes, y sí de todos los brasileños;
y la selección fue constituida con la fuerzas de la nación como
un todo. De esta manera, nadie podría estar distante del acontecimiento
tan largamente esperado. Al contrario que las Copas del '30 y del '34, la
nación se encontraba unida en torno al representativo nacional. Esa
era la gran novedad: la Copa del Mundo de 1938 engendró una nación
unida y disciplinada en torno a 22 jugadores, además del cuerpo técnico,
los dirigentes del fútbol nacional, más la prensa y los simpatizantes.
El domingo 5 de junio de 1938 era finalmente el gran día del fútbol
brasileño; la selección brasileña de fútbol entraría
al campo de juego en pos de una victoria, que permitiría que el equipo
avance rumbo al título. Fue una dramática victoria sobre el
seleccionado polaco por 6 a 5.
Y si la victoria de los brasileños fue dramática, la recepción
de los simpatizantes no tendría que ser diferente. En las noticias
sobre el partido, es posible percibir la importancia que los hinchas le daban
a esa competencia. En un periódico carioca, se leía:
"Alentando por la victoria de los brasileños - Nos mató
la emoción!
Campos, 6 (del corresponsal) - Toda la ciudad recibió desconsolada,
después de la jubilosa noticia de la brillante victoria de los brasileños
sobre los polacos en la competencia del Campeonato Mundial de Fútbol
la noticia de que, fulminado por la emoción intensa, falleciera el
jefe de la estación postal y telegráfica, el sr. Dario Balesden.
(...)
-Sexto gol de los brasileños!
Balesdent gritó vivas al Brasil. Se calla repentinamente y siente que
se le obscurece la visión. Llama a su esposa, que al llegar presurosamente
ve a su marido ya extendido, agonizando. Cuando llegó el médico,
el sr. Dario Balesdent era cadáver.
Deja el extinto viuda a la sra. Maria Balesdent y huérfano al sr. Enéas
Balesdent, médico. Tenía 49 años de edad y dirigía
los servicios postales y telegráficos hacía muchos años."11
Al mismo tiempo, la prensa daba argumentos para mostrar que las manifestaciones
llegaban desde todos los rincones del país; no era un asunto privativo
de los hinchas más fanáticos. Era el brasileño común
que estaba muy comprometido con los destinos del fútbol nacional. Además,
el poder de la victoria también producía efectos mucho más
complejos, que merecían una atención mayor de los periódicos.
En ese sentido es de destacar un comentario acerca del comportamiento de los
simpatizantes en la ciudad de Sao Paulo luego del enfrentamiento contra el
equipo polaco, encerrado bajo un título inquietante: Extranjeros, pero
brasileños:
"Mil, diez mil, docientos mil o un número mayor de personas,
tal vez la población entera de Sao Paulo manifestó el domingo
su enorme alegría por el triunfo de los brasileños en el primer
partido de la 'Copa del Mundo'.
En ese momento, tuvimos la idea de lo que ocurrió en todo Brasil por
el sentimiento de pesar que se apoderó de todos los que, aquí,
en la GAZETA, acompañaban la transmisión del enfrentamiento
de Strasburgo.
(...)
Era imposible que no venciésemos en tal partido, de ahí la desesperación
indisimulable que se apoderó de todos, la atmósfera densa que
envolvió a Sao Paulo que tendría envuelto al país entero.
(...)"12
La ciudad, como el resto del país, respiraba fútbol, sufriendo
colectivamente, esperando la victoria del equipo de Brasil. De ahí
que el periodista de la Gazeta, entendía que no era simplemente una
victoria de los brasileños, cuando escribía:
"(...)
Millones de brasileños sufrieron, pero con ellos sufrieron también
millares de extranjeros. Italianos, portugueses, húngaros, españoles,
e hijos de otros países que se asociaron a nuestros sentimientos patrióticos
y en eso residió nuestra mayor satisfacción.
No sólo los brasileños anhelaban la victoria de Brasil sobre
Polonia, sino también los extranjeros radicados en Brasil que trabajan
y colaboran por nuestra grandeza y nuestro progreso.
El domingo, en Sao Paulo, todos fueron brasileños y buenos brasileños,
y una prueba la tenemos en las 'tabernas' de los portugueses, en las 'cantinas'
de los italianos, en las residencias de los húngaros y en otros lugares
habitados por extranjeros, donde enormes estandartes fueron colocados en las
puertas, con el resultado del encuentro, y explotaron petardos festejando
el triunfo.
Los sufrimientos y las alegrías fueron generales, Sao Paulo, la 'tierra
extranjera' fue más brasileña que nunca, refutando lo que se
dice de esa ciudad grandiosa y trabajadora (...)"13
El fútbol demostraba su capacidad de unir pueblos diferentes, todos
en torno a la nación brasileña. Esos extranjeros, más
que los brasileños, fueron buenos brasileros, al participar de las
alegrías y de las tristeza conjuntamente, camino que permitió
la victoria nacional. De esta manera, si por una parte, brasileño era
quien apoyaba al seleccionado nacional -independientemente de su lugar de
nacimiento-, por el otro, brasileño era quien trabajaba para el progreso
de la nación. La victoria de Brasil, de esta manera, debía prestigiar
a todos los hombres y las mujeres de esta ciudad y de este país. Y
Sao Paulo no podría ser llamada nunca más la tierra de los extranjeros;
el compromiso de los paulistanos mostraba que cada habitante de Sao Paulo
quería construir una nación verdadera, además de una
ciudad armoniosa.
Las noticias que llegaban desde Río de Janeiro eran tan prometedoras
como en San Paulo. También los simpatizantes cariocas estuvieron acompañando
de cerca la lucha de los atletas nacionales. A través de un relato
emocionado, tenemos:
"Nunca Río asistió a tan elevada demostración
de simpatía, y nunca los brasileños en general tuvieron la ocasión
de comprobar la enorme utilidad del fútbol, como elemento de propaganda
en el extranjero. Lo que nuestra diplomacia mal puede llevar a cabo, lo que
nuestras misiones de expansión en el resto del mundo no consiguen hacer,
el fútbol llevó a cabo en un abrir y cerrar de ojos. El equipo
de nuestros compatriotas volvoó reconocible el nombre de Brasil entre
los millones de europeos que acompañaron, allá, el partido,
con el mismo interés con que acompañamos aquí.
(...) Vivimos minutos de emoción contenida. La posibilidad de victoria
era admitida por todos. En Avenida y adyacencias, se veían grupos apiñados
en torno a los alto-parlantes y de automóviles con radio. Cada 'goal'
de los brasileños era anunciado por las bocinas de los autos y por
el griterío de los presentes (...)
Al final de esa 'hinchada', conocidos los resultados, correspondiendo la victoria
a los brasileños, no obstante las pésimas condiciones con que
tuvieron que enfrentar a los polacos (...) toda la ciudad explotó de
alegría.
(...)"14
En cierta forma, el mismo entusiasmo que se evidenció en Río,
aconteció en los más importantes centros urbanos del país.
La calles fueron ocupadas por la multitud, interesada en acompañar
el partido del seleccionado de Brasil junto con otras personas, con la idea
de participar de una fiesta, de celebrar. Y la emoción de los brasileños
recién comenzaba.
Y los brasileños, que más podían hacer para ayudar al
seleccionado brasileño en tierras europeas?. Aparte de alentar, festejar
y celebrar ocupando las calles y avenidas de las ciudades, algo más
se llevó a cabo. La Gazeta resolvió organizar el envío
de un telegrama colectivo para los representantes de Brasil en Francia; y
los términos del telegrama no podían ser más consecuentes
con el momento que se vivía:
"Delegación Brasileña Campeonato Mundial -Burdeos-
Vuestro brillante primer triunfo conmovió a los paulistas. Adelante,
entréguennos otra victoria, honor para vosotros, gloria Brasil. Reciban
a través de la GAZETA nuestros saludos. GAZETA."15
Y parecía que el estímulo, o incentivación -como los
organizadores del telegrama preferían expresarse-, llegó en
buen momento. El segundo partido de los brasileños trajo nuevas y fuertes
emociones a los que acompañaron el evento. Efectivamente, fue un partido
mucho más emocionante, siendo el resultado un empate. Daba lugar, así
a un segundo partido, en el cual el seleccionado de Brasil, venció.
Otra vez más, las fiestas tuvieron lugar en las ciudades. Pero otras
manifestaciones también se llevaron a cabo, ahora con carácter
oficial. De esta manera, podemos escuchar las palabras del ministro de Educación,
Gustavo Capanema:
"El Ministro Gustavo Capanema, que acompañó el desarrollo
del juego, desde su residencia, luego que fue anunciada la victoria de los
brasileños, envió al entrenador del equipo nacional el siguiente
telegrama:
'Adhemar Pimenta, delegación deportiva de Brasil -Marsella- La victoria
de hoy tiene un sentido: todo por Brasil. Solicito envíe a nuestros
invencibles luchadores mi palabra de entusiasmo y loas. Gustavo Capanema,
ministro de Educación.'"16
Esta fue una de las primeras manifestaciones oficiales del gobierno federal
en torno a la participación hasta entonces victoriosa de los futbolistas
brasileños; y nuevamente la idea que que luchar dentro del campo de
juego era traer la gloria para el país.
Ya la CBD continuaba con su trabajo de comprometer a los simpatizantes con
los destinos de la selección, y más que nunca ligada a los destinos
de Brasil. Bajo un título sugestivo, afirmaba la nota:
"Bravos Legionarios
La CBD patrocinó la iniciativa de que sea enviado un telegrama colectivo
a la embajada brasileña de fútbol.
Cerca de trecientas personas firmaron el siguiente despacho:
'A los bravos legionarios de Estrasburgo y Burdeos la gratitud de todos los
brasileños'"17
Merece destacarse el tono bélico del telegrama tanto como el hecho
de mostrar que la victoria merecía el agradecimiento de todos los brasileños,
y no era simplemente de los deportistas y de los apasionados al fútbol.
Se trataba de un fenómeno de 'unidad nacional', forjado por las circunstancias
y por acciones provenientes de varios sectores de la sociedad, que comenzaron
con el apoyo oficial de las autoridades brasileñas, llegando a tener
un papel importante los medios de comunicación, en especial la radio
y los periódicos. Las felicitaciones continuaban, ahora por parte de
la hija del presidente, Alzira Vargas:
"Confiada en la victoria en el Campeonato, les envío incondicionales
congratulaciones por la extraordinaria afirmación deportiva de hoy."18
La presidencia de la República también se manifestaba:
"(...) El Gabinete Civil y Militar del presidente Getulio Vargas se congratula
con la brillante victoria de los valientes y esforzados hidalgos jugadores.
Luiz Vergara y general Francisco José Pinto."19
También otras autoridades se manifestaron, como el director del DIP,
Lorival Fontes, con términos muy semejantes a los telegramas citados.
Y el conjunto del poder público no se limitó a las congratulaciones,
vinculadas en mostrar cómo una nueva victoria del seleccionado de fútbol
sería importante para la nación como un todo. En un artículo
del periódico, se explicaba todo el esfuerzo del Departamento de Propaganda
del estado de Guanabara, para que los simpatizantes de Niteroi pudiesen escuchar
las transmisiones radiofónicas, pues aquel organismo había ubicado
innumerables altoparlantes en varios lugares de la ciudad. Y en ese artículo,
que mostraba la acción del gobierno estatal de Guanabara, presentaba
otras acciones gubernamentales en función de la Copa de Francia y afirmaba:
"(...) Ante al resultado del final de la lucha, ya conocida la actuación
de los dos artilleros fluminenses, inmediatamente el interventor federal,
el comandante Amaral Peixoto, determinó el ascenso de Roberto, el autor
del gol del triunfo, a subjefe de la Policía Especial de Niteroi, corporación
a la cual pertenece desde su fundación, y, en cuanto a Leónidas,
oportunamente será premiado por sus compatriotas, tal como lo merece.
El gobierno del Estado, que contribuyó con una elevada suma para el
cubrir el viaje de nuestro equipo, que dio una licencia a Roberto durante
todo este tiempo, brinda su total apoyo a las manifestaciones de simpatía
y aprecio que los fluminenses pretenden tributar a Leónidas y Roberto
(...)"20
En este contexto de euforia, de descubrimiento y de encuentro nacional, parecían
estar ausentes los análisis y explicaciones sobre lo que el país
estaba viviendo. Entonces se preguntaba, por qué el éxito, en
ese momento, del fútbol brasileño, contra formidables adversarios?.
El éxito del seleccionado recibió un análisis ilustre:
"El profesor Gilberto Freire, hablando sobre la victoria del equipo
brasileño, en Burdeos, dijo lo siguiente:
'Creo que una de las condiciones de la victoria de los brasileños en
los encuentros europeos, se desprende del hecho de que hemos tenido el coraje
de enviar a Europa esta vez un equipo francamente afro-brasileño. Tomen
los simpatizantes de la raza aria nota de ésto'"21
De esta manera, era recurrente la relación que muchas de esas voces
establecían con los buenos resultados obtenidos por la selección
de fútbol y la nación como un todo. Se trataba de un éxito
de la nación y no apenas del fútbol; éste se constituía
en un mero instrumento de afirmación de la nacionalidad. Y la población
brasileña, respaldada por todo el país también expresaba
su alegría. En cortas notas en la Gazeta, que prentendían dar
una idea de lo que pasaba en cada lugar de Brasil, se lee:
"El desarrollo del partido Brasil-Checoeslovaquia fue acompañado
por la población de esa capital (Recife) con gran entusiasmo.
Al medio día, se suspendió la atención en las oficinas
públicas y se cerró el comercio.
Después de la victoria de los jugadores brasileños, el pueblo
recorrió las calles de la ciudad dando vivas a los jugadores. Hablaron
varios oradores exaltando el mérito de los 'cracks' que, de manera
tan brillante, clasificaron a Brasil a la semifinal de la Copa del Mundo."22
"La victoria de los jugadores brasileños en Burdeos fue recibida
festivamente en esta capital (Belo Horizonte).
Toda la población acompañó con gran interés la
transmisión del sensacional partido y cada acción de los brasileños
era recibida con enorme entusiasmo. Después de la victoria explotaron
millares de petardos y numerosas bombas de estruendo. El pueblo organizó
un desfile que recorrió las calles céntricas dando vivas al
Brasil y a los jugadores que tan brillantemente defendieron los colores sudamericanos
en el campeonato mundial de fútbol."23
"Informan de Guaxupé que los habitantes de aquella ciudad
van a ofrecer a Hércules, oriundo de allí, cuando regrese de
Europa, una medalla conmemorativa por la participación del seleccionado
brasileño en el campeonato mundial de fútbol."24
"La población (de Fortaleza) acompañó con gran entusiasmo
el desarrollo del partido de fútbol entre brasileños y checos.
Al terminar el juego el pueblo ovacionó con entusiásticos gritos
al Brasil y a los jugadores brasileños.
Se improvisó una gran
marcha que se dirigió hasta el palacio de gobierno donde pronunció
un discurso, bajo aclamaciones, el interventor interino, sr. Martin Rodrigues.
Los periódicos publicaron diversas ediciones dedicando páginas
enteras al tema."25
Una lectura de los periódicos dejaba además un difícil
partido se presentaba: contra el seleccionado claro lo que estaba ocurriendo
en Brasil: la población entera, juntamente con los dirigentes políticos,
sumando a otros sectores de la sociedad, colaborando con los jugadores del
seleccionado nacional, que defendían al país en tierras europeas.
De esta manera, la nación estaba disputando la Copa del Mundo.
Y italiano. El fútbol brasileño nunca había llegado tan
lejos. El partido contra los italianos se realizó un jueves, apenas
dos días después del dificultoso y agotador juego anterior.
Además de otras dificultades, se sumaba la duda si Leónidas
jugaría o no. En Brasil, los simpatizantes sólo se enteraron
que el centrodelantero de la selección no iba a jugar cuando se inició
la transmisión.
Los brasileños seguían colaborando con más incentivos.
Bajo el sugestivo título Todas las clases sociales envían telegramas
de estímulo a los brasileños, el noticiario de la Gazeta relacionaba
parte de los innumerables telegramas que fueron enviados a la delegación
de Brasil en Francia. Algunos son muy representativos:
"(...)
-'Felicitamos valientes compatriotas inquebrantable demostración deportiva
han mostrado al mundo. Aguardamos confiados nuevos triunfos. Congratulaciones.
Funcionarios Alfadenga Santos.'
-'Auxiliares Mappin Stores saludan a los valientes héroes brillante
victoria mantengan misma fibra conquista triunfo final.'
-'Autoridades funcionarios e inspectores Delegación de Orden Política
Social S. Paulo abrazan valerosos compatriotas, contando con su esfuerzo victoria
de mañana.'
-'Alumos de la Politécnica Sao Paulo confían en victoria valerosos
héroes frente italianos.'
-'Israelitas Sao Paulo saludan 'cracks' brasileños. Joao Amado' (...)"26
Mas que un incentivo, muchas manifestaciones llegadas de Brasil, se dirigían
a los jugadores en cuanto reconocimiento por el resultado victorioso, pues
ya no se trataba de una disputa deportiva, sino del nombre del país
en juego. Y ese tipo de manifestación de los brasileños se volvió
más común, tanto que:
"Telegrama de Marsella transmitido por la Agencia nacional informa
que el sr. Castello Branco, jefe de la delegación brasileña
de fútbol, está recibiendo millares de telegramas de todas las
ciudades de Brasil, a propósito de la gran victoria de nuestro equipo,
obtenida anteayer.
Sobresale el mismo telegrama que el sr. Castello Branco recibió a última
hora firmado por más de 3.000 brasileños, incentivando a los
'cracks' a vencer en la contienda de hoy contra Italia."27
Además, a pesar de toda esa unidad nacional que se venía forjando
a partir de la Copa del Mundo y, como vimos, desde todos los elogios que partían
de la prensa de Sao Paulo y de Río de Janeiro al comportamiento de
los extranjeros radicados en estas ciudades -extranjeros que alentaban a tal
punto por Brasil que terminaron siendo llamados brasileños-, un pequeño
incidente ocurrió en Río Grande do Sul y que fue descripto de
esta manera:
"Porto Alegre, 15 (H). El interventor federal, coronel Cordeiro de
Faria, autorizó a los directores de las reparticiones públicas
a permitir que los empleados puedan asistir mañana a la transmisión
del partido de fútbol entre brasileños e italianos, que será
realizada en diversos puntos de la ciudad. En algunas oficinas los jefes permitieron
que fuesen instalados aparatos de radio. En una fábrica dirigida por
un extranjero, los operarios solicitaron la suspensión de los trabajos
por las 2 horas y reiniciarlos luego de finalizada el enfrentamiento. El patrón
no aceptó la propuesta y los obreros resolvieron faltar al trabajo."28
Ese patrón, denominado enfáticamente extranjero, no atento al
clima que vivía la nación, no permitió que sus trabajadores
contribuyesen a la victoria nacional. De esta manera, los trabajadores, con
la aprobación tácita del autor de la nota, quebrantaron la armonía
capital-trabajo, porque algo mayor estaba en juego: el destino de Brasil.
Y finalmente llegó el partido contra Italia, con una derrota inesperada,
al menos para los simpatizantes. Sobre este partido, Thomaz Mazzoni, años
después comentó:
"(...) A decir verdad, lo de Brasil fue bueno. La mala suerte no quiso
que el XI brasileño fuese campeón, fue sólo éso.
(...)
Aquel día fatídico casi se produjo una... revolución
en Brasil.
Todo el mundo dejó de trabajar (fue un jueves), el desarrollo del juego
causó una enorme tensión, luego indignación, debido al
penal, en fin, no fueron pocos los incidentes. (...)"29
Y si la euforia popular se extendía a las ciudades, la derrota trajo
momentos de aprensión entre los hinchas. Apenas finalizado el partido,
la delegación de fútbol en Francia, sintiéndose perjudicada
por el árbitro del partido contra el equipo de Italia, remitió
un pedido a la FIFA de anulación del partido.
Al mismo tiempo, mientras una mayoría de simpatizantes aguardaban una
posible anulación del partido, otros entraban en un verdadero estado
de desesperación. Esta noticia llegada desde Fortaleza, ni bien terminado
el partido contra el equipo italiano, mostraba parte de esta desesperación:
"Como consecuencia del grave nerviosismo popular se verificaron ayer
a la noche numerosos incidentes personales.
Merece ser destacado el caso de la joven María de Lourdes, de 22 años
de edad, la cual alentaba apasionadamente y, al conocer la derrota del equipo
brasileño, intentó suicidarse ingiriendo una fuerte dosis de
veneno.
María de Lourdes se encuentra en gravísimo estado."30
Esa joven se había compenetrado de una manera tan profunda con los
destinos del fútbol brasileño, confundiéndolos con los
destinos del país -y con los suyos también-, que la derrota
se le tornó insoportable. Otra simpatizante tampoco soportó
el dolor:
"En el momento en que era transmitido el partido Brasil x Italia
le fue solicitado a la policía de Niteroi un vehículo de seguridad
para trasladar a la sala de alienados del lugar de Detención, a Julia
Silva, de 18 años de edad.
Según el informe del propio delegado de la capital, sr. Raphael Affialo,
la infeliz joven habría sido víctima de un acceso de locura
motivado por la emoción en el desarrollo del partido."31
Las victorias fueron muy festejadas; la derrota ante Italia fue muy sufrida.
Inclusive, la circunstancias del partido tan polémico sólo hicieron
aumentar el sentimiento de que la derrota tuvo lugar por la injusta actuación
del árbitro.
Inclusive con la derrota, las autoridades públicas brasileñas
todavía intentaban capitalizar con los resultados de la selección,
como es posible observar en este telegrama del ministro Capanema a la delegación
en Francia:
"(...)'Dr. Castello Branco, Delgación Deportiva Brasileña,
Marsella o París. Envío efusivas congratulaciones a los bravos
jugadores brasileños por la elevada demostración de resistencia
y combatividad ahora manifestados en tantas competiciones. Perdiendo hoy frente
a un valeroso adversario, nuestros muchachos no desmerecen la confianza con
que hemos acompañado su actuación. Esta sucesión vertiginosa
de contiendas duramente luchadas fue una admirable afirmación de Brasil,
en cuyo deporte están aseguradas muchas y bellas glorias futuras.
Gustavo Capanema, ministro de Educación.'"32
Las palabras de Capanema no dejan dudas: aquel era un importante momento de
afirmación de la nacionalidad brasileña.
La fiesta no había llegado a su fin. Después de vencer en la
disputa por el 3º lugar, el regreso del seleccionado de fútbol
era ansiosamente esperado. Y para los simpatizantes brasileños -considerados
tan responsables por los éxitos y los fracasos del seleccionado-, todavía
había cosas que hacer por aquella delegación, por aquellos jugadores
que fueron capaces de mostrar a los europeos el valor del pueblo brasileño.
Era esencial recibir en tierras brasileñas a los héroes de las
luchas llevadas a cabo en los campos de fútbol de Francia. La llegada
de la delegación de fútbol fue descripta de esta manera por
Mazzoni:
"Pocas veces se ha visto una manifestación popular como la
de Río, en ocasión de la llegada de los 'ases' brasileños
que disputaron la 'Copa del Mundo' en Francia.
Una verdadera apoteosis. En la capital del país esa fue la mayor manifestación
deportiva hasta hoy. En Sao Paulo recordamos la llegada de los campeones sudamericanos,
en 1919, y la llegada de los campeones del Paulistano de Europa, en 1925,
en que toda la ciudad vibró. El III Campeonato Mundial, como es sabido,
convocó a todo Brasil, de Norte a Sur y era natural que la recepción
de los 'ases' al desembarcar en Río, habría de constituir un
espectáculo inolvidable. Todos nuestros 'ases' fueron homenajeados
como merecían, pues todos jugaron y el mérito del 3º lugar
fue por igual.
El pueblo, mientras tanto, llegó al máximo de emoción
con Leónidas, sin duda alguna la figura número 1 del campeonato.
Fue un fenómeno, el 'Diamante Negro' revive ahora la popularidad de
'El Tigre', el ídolo de Brasil luego del campeonato sudamericano de
1919.
Después de 20 años surgió, pues, otra figura que llegó
a la cúspide de la popularidad, un 'héroe nacional'".33
La participación popular continuaba; era hora de recibir a sus héroes,
los que llevaron el nombre de Brasil al punto más alto, los que proporcionaron
momentos de enorme alegría y emoción a cada brasileño.
Esos jugadores fueron recibidos como merecían, y como la mayor parte
de la prensa deseaba que fueran recibidos: como héroes nacionales.
Y los periódicos presentaban los detalles de la recepción del
seleccionado de fútbol:
"(...) Cerca de las 15.30 horas el 'Almanzora' en que viajaban los
deportistas brasileños comenzó a maniobrar para atracar. En
la plaza Mauá se veía una gran multitud que entusiastamente
aclamaba a los jugadores. La policía apostada estableció vallas
de separación, a fin de facilitar el desembarco.
En el mar el entusiasmo no era menor, habiendo numerosas lanchas en delegaciones
que hacían constantes aclamaciones. Varios aviones fueron al encuentro
del transatlántico inglés. Pocos momentos antes de que el 'Almanzora'
atracara los jugadores, excepto Leónidas, desembarcaban en lanchas
puestas a su disposición por la Confederación Brasileña
de Deportes...
A bordo el centroatacante de la selección brasileña, interrogado
por qué no desembarcaba junto con sus compañeros dijo: 'En Pernambuco
y en Bahía también había cordones de seguridad y casi
fui linchado por la multitud. En la ciudad de Salvador me llevaron en andas
de la Ciudad baja a la Ciudad alta, y mi 'vía crucis' fue tal que hasta
perdí un zapato'.
Leónidas llamó a un amigo y le entregó su reloj y su
prendedor de corbata, por miedo a perderlos diciendo: 'Aquí también
naturalmente habrá vallas de contención, pero no sé qué
pasará conmigo (...)'
(...) la avenidad Río Branco se presentaba como una masa compacta de
gente en el lugar en que se realizaba el desfile, siendo muy lenta la marcha
de los vehículos. Muchos frentes estaban ornamentados. Los jugadores
eran aclamados, y todas las miradas se volvían hacia Leónidas.
En vista del extraordinario entusiasmo del público fue tomada la determinación
de hacer cruzar a Leónidas por la Avenida Río Branco dentro
de camión de transporte de soldados del Cuerpo de Fusileros. Y así
aconteció. Aquel jugador pasó delante de la multitud custodiado
por militares del Cuerpo de Fusileros, del Ejército, de la Marina y
de la Policía. Leónidas casi no era visible; asi de enorme era
la manifestación hecha a la destacada figura del Campeonato Mundial.
El pueblo avanzaba rumbo al carro, cercándolo por todos lados y aclamando
a Leónidas. La policía tenía que emplear medios enérgicos
para detener a la multitud, pero aún así el desfile sólo
conseguía moverse con lentitud (...)"34
Las recepciones a los 'héroes nacionales' habían comenzado
bien lejos de Brasil; ya en Cabo Verde, isla en el Atlántico, la delegación
brasilera recibía los primeros homenajes fuera de tierras francesas.
Y si el recibimiento popular de Río de Janeiro fue el mayor, los realizados
en Pernambuco y en Bahía también fueron gigantescos.
En fin, la participación brasilera en la Copa de 1938, en función
de todo el clima que se creó, mostró que el fútbol ya
había adquirido otro papel fundamental: articulador de la unidad nacional.
Ese poder del fútbol fue muy bien utilizado por el poder público,
lo que se vio en todo el empeño demostrado por las diferentes autoridades
brasileñas. Sin embargo, también le correspondió a la
prensa una función vital; los periódicos vivenciaron plenamente
el clima de la Copa del Mundo. Pero más que un medio de información
o de análisis, los periódicos optaron por estimular al simpatizante
u otros nombrados con un optimismo exagerado. La radio, como gran novedad
en una transmisión directa desde Europa, también se mostró
fundamental. No podemos olvidar al cine con sus reportajes.
Ese momento de la Copa contribuyó, en forma decisiva, para hacer que
el fútbol acentúe sus vínculos con la sociedad brasileña.
Esa competición, además de aumentar la pasión por el
fútbol, fue capaz de suscitar innumerables cuestiones acerca de la
propia concepción de nación. Personas de diferentes regiones
del país se mostraron atentas y solidarias con el destino del fútbol
de Brasil. Los relatos sobre hinchas apasionados, lo más extraños
como era posible, demuestra que en las canchas de fútbol de Francia
se disputó mucho más que un torneo de fútbol. El destino
de Brasil se estaba decidiendo, entre una y otra disputa de la pelota.
Simbólicamente se reforzó la idea de que no era una mera disputa
deportiva, sino un desafío, con la idea de mostrar la fuerza de Brasil,
de su pueblo, a partir del fútbol. De diversas formas, cada brasileño
fue responsabilizado por el desempeño de los atletas de Brasil. Ese
momento de reafirmación de la nacionalidad fue un éxito, a pesar
de la derrota frente a la selección italiana. Eso permitió que
se vuelvan a levantar viejas cuestiones acerca del potencial de Brasil en
cuanto una verdadera nación, fuerte y competente para no ser perjudicada
en el terreno deportivo. Entre cronistas deportivos, como el caso de Thomaz
Mazzoni, surgió la observación de que el equipo de Brasil había
sido varias veces perjudicado en el torneo, pues se trataba de un país
sin prestigio internacional. Una vez más se hace presente la necesidad
de construcción de una nación. De todas maneras, el primer paso
había sido dado, ya que el fútbol se mostró en Europa
con éxito, y la nación se detuvo para acompañar a sus
nuevos héroes.
Notas:
1 .Thomaz Mazzoni, como
cronista deportivo, fue invitado a ser parte de la delegación brasileña;
junto con él fueron otros dos periodistas deportivos y un locutor,
Gagliano Neto.
2 . Pode-se ir a Paris por 500 réis, A Gazeta, São Paulo, 06/04/1938,
p. 9.
3 . Para que o Brasil compareça condignamente à "Taça
do Mundo", A Gazeta, São Paulo, 26/03/1938, p. 11.
4 . idem, ibidem.
5 . A Representação Brasileira no Campeonato Mundial de Futebol,
O Estado de S. Paulo, São Paulo, 17/04/1938, p. 15.
6 . idem, ibidem.
7 . idem, ibidem.
8 . Cf. A "Taça do Mundo" em Paris, A Gazeta, SãoPaulo,
16/04/1938, p. 9.
9 . O Embaixador Souza Dantas tornou-se o "fan" nº 1 dos brasileiros,
A Gazeta, São Paulo, 28/05/1938, p. 12.
10 . Todas as atenções voltadas para a estréia dos brasileiros
na "Taça do Mundo", A Gazeta, São Paulo, 04/06/1938,
p. 11.
11 . Torcendo pela vitória dos brasileiros - matou-o a emoção!,
Correio da Manhã, Rio, 07/06/1938, p. 20.
12 . Estrangeiros, mas brasileiros, A Gazeta, São Paulo, 07/06/1938,
p. 10.
13 . idem, ibidem,
14 . O jogo Brasil-Polônia e a confraternização das colônias,
A Gazeta, São Paulo, 08/06/1938, p. 1.
15 . Encorajemos os nossos "azes" à vitória!, A Gazeta,
São Paulo, 10/06/1938, p. 10.
16 . A palavra de entusiasmo do Ministro da Educação, Correio
da Manhã, Rio, 15/06/1938, p. 1.
17 . Bravos Legionários, Correio da Manhã, Rio, 15/06/1938,
p. 1.
18 . Da Srta. Alzira Vargas, Correio da Manhã, Rio, 15/06/1938, p.
1.
19 . Da Presidência da República, Correio da Manhã, Rio,
15/06/1938, p. 1.
20 . Correio da Manhã, Rio, 15/06/1938, p. 16.
21 . Um team afro brasileiro..., Correio da Manhã, Rio, 15/06/1938,
p. 6.
22 . O entusiasmo em Recife..., A Gazeta, São Paulo, 15/06/1938, p.
9.
23 . ....E em Belo Horizonte, A Gazeta, São Paulo, 15/06/1938, p. 9.
24 . Uma medalha de ouro a Hércules, oferta da população
de Guaxupé, A Gazeta, São Paulo, 15/06/1938, p. 9.
25 . Passeata em Fortaleza, A Gazeta, São Paulo, 15/06/1938, p. 9.
26 . Todas as classes sociais enviam telegramas de incitamento aos brasileiros,
A Gazeta, São Paulo, 16/06/1938, p. 9.
27 . Empolga o confronto Brasil x Itália, A Gazeta, São Paulo,
16/06/1938, p. 10.
28 . Empolga o confronto Brasil x Itália, A Gazeta, São Paulo,16/06/1938,
p. 10.
29 . Thomaz MAZZONI, História do Futebol no Brasil, São Paulo,
Edições Leia, 1950, p. 274.
30 . Tentou suicidar-se ao saber da derrota dos brasileiros, Correio da Manhã,
Rio, 18/06/1938, p. 14.
31 . Enlouqueceu!, A Gazeta, São Paulo, 17/06/1938, p. 7.
32 . O ministro Capanema telegrafou à delegação, A Gazeta,
SãoPaulo, 17/06/1938, p. 7.
33 . Thomaz MAZZONI, O Brasil na Taça do Mundo. 3ª ed., São
Paulo, Edições e Publicações Brasil, p. 126.
34 . A recepção dos futebolistas brasileiros no Rio, O Estado
de S. Paulo, São Paulo, 12/07/1938, p. 5.